martes, 31 de octubre de 2006

De como se deshacen las ilusiones

Hace más de un año que no escribo nada en este blog. Ahora lo retomo casi a la fuerza. Uno de esos ejercicios que te impones en esos momentos en que no sabes ni donde estás parado.

Han pasado tantas cosas. Disfruté de una maravillosa relación con R a lo largo de un año. Parece que ha llegado a su fin. No lo podría asegurar más me parece más cercano éste que una reconciliación. A decir verdad, sólo se que no se nada y me limitaré a redactar un poco de los hechos.

Corría el mes de mayo cuando R decidió terminar nuestra relación. En esos momentos yo pensaba que era algo momentaneo, el break tan necesario en ciertas ocasiones. Sin embargo, cuando me percaté de que en realidad la podía perder hice todo lo posible para que se quedará a mi lado. Salimos en un sin fin de ocasiones hasta mediados de septiembre. La mayoría de nuestras citas eran casi tan hermosas como cuando iniciabamos, al menos para mi. Casi siempre terminaban en alguna caricia o beso de esos que salen desde la profundidad del alma.

Ella siempre prometía que regresaría conmigo pero que le diera tiempo, que quería sentirse libre y hacer lo que le placiera. Yo nunca pude entender esto y siempre la estuve presionando para que la relación prosiguiera. Después de un sinnúmero de dicusiones a este respecto aparecio alguien más en la vida de R.

Ella se deslumbró, me decía que era lo que siempre había querido, alguien que la dejará ser totalmente libre pero que al mismo tiempo cuidara de ella y la apapachara cuando lo necesitará.

Así llegarón los ultimos días de septiembre y con ellos comenzó el verdadero dolor. He de confesar que soy mortal y por más que siempre he querido la felicidad de R por encima de todo, el verla en brazos de otro fue un golpe muy duro.

Recurrí a todo lo que se puede recurrir en esas ocasiones, me hice acompañar por mis amigos más queridos, quienes atentamente escucharon mis penas, platique con mi familia al respecto e intente borrar todo recuerdo físico de R de mi habitación y mi entorno.

Me encontraba en plena nostalgía, preguntandome mil veces que es lo que había pasado, que errores había cometido, cuando R, quien me había dicho que ya no queria saber nada de mi, que la dejará seguir su vida, reaperecío diciendo que me extrañaba y que no quería perder mi amistad.

Como se habrán de imaginar yo accedi inmediatamente, sólo quería tener la oportunidad de estar a su lado. Bastaron un par de encuentros para que R se decepcionará y me echara en cara que no podía ser su amigo, que siempre estaba intentando algo más. Yo lo acepte y le dije que era algo imposible lo que me pedía, que nunca iba a dejarla de amar y que eso es lo que ella quería.

Después de esto ambos nos dimos cuenta que lo mejor para los dos era tomar distancia, así que la fui a buscar para despedirme de ella y darle un último abrazo. Se encontraba con su peor es nada, así que hice lo que me salió del alma en ese momento. Le pedi que cuidará a R muchisimo, que se llevaba lo que más amaba en está vida. Posteriormente le reiteré mi amor a R, diciéndole que una sola palabra suya bastaba para cambiar las cosas y que yo iba a estar ahi por si algún día se daba cuenta de que el amor que un día me tuvo no había muerto. Me fui.

Pasaron tres o cuatro días cuando la fatalidad del destino hizo que me encontrará a R con su peor es nada; el volver a verla hizo que entrará en mi la desesperación y no pude contener las ganas de hablarle. Espere a que estuviera en su casa y le marque. Contestó y yo no quise, no pude decir nada, sólo el silencio. Colgó después de un par de minutos. Volví a marcar esperando lo peor, que me dijera que se encontraba de maravilla y que era la mujer más feliz del mundo sin mi. Preparé una canción para ponerla como antesala a sus palabras. Contesto y comenzo a sonar. A media canción el crédito del celular expiro. No podía quedarme así. Vi una farmacia abierta y corri rápido a comprar una tarjeta para ponerle la canción completa. Cuando la estaba pagando entro un mensaje. "Gracias, I love you and I need you", era R.

Mis ojos no daban credito a lo que veian, la acababa de ver pasearse de lo más feliz con su peor es nada y ahora recibia este mensaje. Marque nuevamente y le pedi perdon por el corte de la canción, diciendole que se la pondría completa.
-No, espera, dijo ella. ¿Cómo estas?
-Bien, extrañandote mucho.
-Yo también te extraño mucho.
-¿Hasta cuando te vas a dar cuenta?
-Ya me estoy dando cuenta poco a poco.
-Entonces, ¿qué esperas?
-Ahorita no, dame tiempo. Te prometo que voy a regresar contigo pero dame tiempo.
-¿No lo quieres lastimar verdad?
-No, quiero terminar bien, dame tiempo.
-Ok, tomate todo el que quieras. Te amo.
-Yo también te amo.
-Adiós.

No pasarón más que un par de días cuando las dudas se empezarón a apoderar de mi nuevamente. Busque a R para pedirle que hablaramos pero ella se negaba diciendo que ya todo estaba dicho que qué más quería.

La confronte por teléfono preguntadole que si me extrañaba y ella solo me dijo que le cagaba que fuera así que si así iba a estar mejor ahi le parabamos. Discutimos hasta que me exigio que ya la dejará en paz, que me fuera de su vida.

No aguante más y fui a plantarme afuera de su casa. Llegó R acompañada de su peor es nada. Hice lo peor. La encaré y le dije que si ya le habría de decir la verdad.
-¿Cuál verdad? dijo ella.
-Qué me amas.
-No te amo, ni te quiero. Te dije que ya me dejarás en paz. No es justo que él tenga que pasar todo esto.
-Tampoco es justo que esté con alguien que ama a alguien más.
-Ya largate de mi vida.

Esta parte recien relatada tuvo lugar apenas el día de ayer, así que podrán esbozar alguna idea acerca de como me siento. Si lo sé, jamás lo hubiera hecho pero el arrepentimiento no sirve de nada a estas alturas. Lo hecho, hecho está.

Tal y como empeze no sé si este sea el final mas si les puedo comentar que el amor hacia R sigue intacto, como el del primer día que le dije Te Amo. No quedá más que cargar este amor hasta que el barco llegue a mejor puerto. Uno nunca sabe lo que le puede tocar.