viernes, 13 de mayo de 2005

Aún así sigue siendo hermosa

Él paso temprano a recogerla a su casa. R se encontraba enferma y su rostro lo reflejaba. Subieron al carro azul y él le dijo que se acostara sobre sus piernas. R se acomodó y cerró sus ojos. Su figura era totalmente hermosa. Desde sus converse rosas, su pantalón gris de pana, su suéter rosa de botones y hasta el pequeño broche que le retocaba el cabello. Él se dedicó a acariciarla y apapacharla todo el camino. No podía creer lo hermosa que era y miraba detalladamente cada parte de ella. Al llegar a su destino R despertó. Lo miró fijamente, tratando de descifrar lo que sus ojos le trataban de decir. Te quiero mucho, fueron sus palabras.

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