miércoles, 27 de diciembre de 2006

Tuna


El festejo de fin de año salío muy bien después de todo. Convivir de una manera singular con los rostros que ves a diario pero que tan poco saben uno del otro. Celebrar el término de un año más y el principio de otro, con todas las implicaciones que esto genera.

Este año hasta apodo me lleve. Talvez sea el primer apodo que me enorgullece y más por quien me lo puso. Me emociona sobremanera saber que existe gente que se preocupa por mi de una forma sincera y honesta.

El viernes, con lágrimas en los ojos, quien ha sido mi jefe durante los últimos 4 años de mi vida y quien también funge como dueño de la empresa me puso la Tuna. Quien sólo se preocupa por lo superficial que puede ver en mi se puede espinar muy fácilmente. Quien se da el tiempo de conocerme puede probar lo rico y sabroso que puede llegar a ser este fruto.

Agradezco a todos los que se han dado el tiempo de conocerme y que con su amistad y consejos han contribuido a hacer de mi este hombre enredado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Efectivamente: aunque no he tenido el gusto de conocerte tan a fondo, llevamos años de conocernos y eso me marca la pauta de tu "verdadera identidad"

Fin del comentario